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lunes, 23 de febrero de 2015

UN EQUIPO GANADOR


 Hace 2 meses escribí un artículo en este mismo blog ("Callejón sin salida"). Los periodistas, aunque a veces tengamos fobia a las disculpas, nos equivocamos a menudo. Diría incluso que más que los demás porque en muchas ocasiones cometemos el error de abrazarnos a diagnósticos y predicciones absolutas. Por eso considero necesario enlazar aquel artículo antes de utilizar el bisturí para armar éste. Yo, en aquel texto, me equivoqué. Erré porque jamás pensé que el Real Madrid se fuera a levantar tan pronto, ni que fuera capaz de exhibir este gran nivel en 2015. Atisbaba evidentes síntomas de agotamiento en el proyecto, pero jugadores y entrenador me han demostrado que estaba equivocado. Porque el Madrid ha ganado la Copa. Pero no sólo eso, sino que ha conquistado el trofeo sacando su vena ganadora, su etiqueta de grupo competitivo. El Real Madrid de hace 5 años, o 6, o 10 siempre hubiera perdido una final con este guión.
     
 Nunca me he escondido, siempre he transmitido mi admiración y reconocimiento por el trabajo de Pablo Laso, a menudo debatiendo con muchos de vosotros que le tenéis cogida la matrícula. Lo que contamos durante el verano y refrescamos en Navidad está ahí, no se ha evaporado con los 2 nuevos títulos que adornan las vitrinas del estadio Santiago Bernabéu. Lo contado, contado está. Y son verdades como puños. Pero el que escribe pensaba que en ese escenario a este equipo le costaría mucho levantar el vuelo. Me han callado la bocaza, un zas en toda regla. Laso suma y sigue. Séptimo título, 11 finales de 14 posibles, 2 subcampeonatos europeos y ojo, para mí lo más importante, un baloncesto hermoso que será recordado por todos los amantes de este maravilloso deporte. No sé si este Real Madrid debería ganarlo todo. Lo único que sé es que el anterior, y nos remontamos a varios lustros, ganaba muy poco. Y hasta le costaba llegar a la última recta. "Lo que me deja satisfecho es demostrar que llegamos a las finales, que somos un equipo que compite siempre. Eso es lo importante porque en el deporte no se puede ganar siempre". Lo dijo el técnico vitoriano con la Copa de campeón entre sus manos. Qué razón tiene.




  Quizás le cueste reconocerlo, pero Laso también ha sido más Laso en los últimos tiempos. Porque en un equipo de Laso siempre jugará un Slaughter. Antes no aparecía, ahora sí. El "cotonou" con pasaporte de la República Democrática de Masacre es un virus que contagia rápido y se propaga por la pista, por el vestuario y por la vida. Qué importantes son esos actores en un equipo de baloncesto. Energía, actividad, compromiso, huevos. Fundamental sin ni siquiera mirar a la cesta. El Madrid ha llegado a la Copa en el mejor momento de la temporada. Rudy en su versión crack, Chacho con su varita inoculada por la magia, Felipe como toda la vida, Llull con su etiqueta de ganador incrustada con clavos en el alma. Y luego dos tipos que han sido capitales en el triunfo merengue.

  Gustavo Ayón y Andrés Nocioni. Soberbio el torneo del mejicano, que cuajó una final sobresaliente, acercándose al factor diferencial para el que fue contratado por su equipo sobre la bocina. Heroico Andrés Nocioni, el hombre que más fotografías y sonidos dejó en la tarde grancanaria. Jugó cojo, con el tobillo como una bota y con más energía que una bomba letal. Tapones de póster, alaridos de bestia, apretones de dientes para soportar el dolor. El Chapu celebró el título como si fuera el primero... o el último. Ser un ganador es ser Nocioni. El Madrid lo fichó para esto, para que fuera determinante en 4 ó 5 veladas señaladas. En la primera no ha fallado. "Respecto a mi lesión en el tobillo sólo le pido a mi mujer que estos días me permita descansar y no me deje a los niños", decía tras la final en Onda Madrid con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en los labios. El deporte necesita "piraos" como este tipo. Qué bendición.



   
  El Madrid ha levantado los dos títulos oficiales del curso 14/15. Y el de Copa lo celebró por todo lo alto, como debe ser, huyendo de esas fiestas funcionariales de muchos equipos que ya han triunfado demasiado. Los blancos apretaron la tecla de la unión y la solidaridad en aquel cercano (y lejano) último partido de 2014 perdido en el Carpena. A pesar de la derrota, los jugadores dejaron Málaga convencidos de que habían enderezado la nave hacia la ruta correcta. Ahora toca atizar a Xavi Pascual, olvidando una vez más que el deporte casi siempre son pequeños detalles. Esta vez Navarro (se apaga su incombustible luz) la falló y el genio canario la metió. Pudo ganar cualquiera porque son dos equipazos, pero la gloria se la llevó el Madrid. Jugadores como Felipe Reyes y Sergio Llull (-9 en la final) "¿Sólo? Dentro de la pista tenía la sensación de que era mucho peor", se reía a carcajada limpia tras el partido, llevan impresa a fuego la obsesión de la Copa de Europa. En Madrid, en mayo. Quizá otra vez con el Barça en el camino. Dos equipos ganadores que han demostrado muchas veces que se saben levantar. Este Real Madrid lo ha hecho. Y eso tiene mucho, muchísimo valor. 



4 comentarios:

  1. Juan Ignacio de Toro23 de febrero de 2015, 18:53

    Señor Sánchez Blas, CHAPEAU!!

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    1. Estupendo artículo Carlos. Solo decir que creo que como Laso te has dejado una final en el tintero: el Madrid ha disputado 12 de 14 posibles (las 4 supercopas, 3 copas, 2 euroligas y 3 ACB). Tan solo ha fallado en la copa 2013 (famosa doble prórroga) y en la primera euroliga (debacle en Bilbao, fuera de cuartos).

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    2. En la primera Supercopa de Laso (2011) cayó en semifinales! Gracias!

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  2. Los periodistas hacen periodismo y Blas es un PERIODISTA con mayúsculas.... #Crack

    No como el de Encestando, al que le dieron el carnet en una tómbola feriera... #OtroPeriodismoEsPosible

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