No sé si este artículo que comienzo ahora
será malo o regular, pero lo que es seguro es que incluso antes de nacer es una
idea atrevida. Voy a comparar, así sin anestesia, el Real Madrid de Pablo Laso
y el Barcelona de Pep Guardiola. Ayer le pedí a mi socio Jesús Ruiz que
me echara un cable con la fotografía (yo soy un tarugo y él no) y me
dijo: “Menudo kilombo vas a montar con ese artículo”. Intuyo que esta
comparación no os agrada ni a merengues ni a culés, pero quizás desde un
análisis frío compartáis mi certeza de que ambas escuadras se parecen. Sobre
todo en lo más importante, porque más allá de los resultados, aquel Barcelona y
este Real Madrid son una inyección de optimismo y diversión para el deporte.
Pep Guardiola conquistó 14 títulos en 4
años. Desde lo más grande, 2 Copas de Europa, hasta lo más pequeño, 3
Supercopas de España. Pablo Laso cumple su tercera temporada en el Madrid, con
un balance en dos años de 1 Liga, 1 Copa del Rey y 2 Supercopas. Es una tendencia
más cercana de lo que parece, ya que en baloncesto los clubes no pueden aspirar
a entorchados como la Supercopa de Europa o el Mundial de Clubes, ambos
conquistados por Pep en su proyecto barcelonista. El curso pasado el Madrid
acarició la Euroliga y esta campaña se postula como claro candidato a
conquistar todos los títulos en juego. ¿Logrará el entrenador vitoriano
levantar el mismo número de trofeos que Guardiola?
Pep dirigió 246 partidos desde el
banquillo azulgrana, con 178 triunfos, 47 empates y sólo 21 derrotas. Un
registro bárbaro que conduce al 72% de victorias. Pablo Laso se ha sentado
hasta la fecha 149 veces en el banquillo merengue, con un registro
victorias-derrotas de 123-26, es decir, un 82 % de éxitos (en basket no hay
empates, matiz importante). Un balance soberbio que alimenta este mismo año, en
el que su equipo aún no conoce cómo sabe perder (27-0 en partidos oficiales). Sé
que son deportes muy diferentes y que en baloncesto el calendario está más
saturado, pero al final son dos trasatlánticos que pelean por lo mismo: ganar
cada partido que jueguen. Es curiosos comprobar cómo los guarismos son bastante
similares.
Bien, llegados a este punto tiremos la
calculadora a la basura (¡qué alivio!) y hablemos de sensaciones, de corazón,
de sentidos, de pasión. Tanto el Barcelona de Guardiola como el Real Madrid de
Pablo Laso son una oferta de ocio, más allá de los colores que defienda cada
hincha. Ambos superan con creces el reto de ganar, jugar bien y bonito. De enganchar
a propios y provocar la admiración y envidia (no siempre sana) de extraños. De
llenar recintos deportivos propios y ajenos. De provocar líneas y líneas de
páginas deportivas en los periódicos, aquí y más allá de las fronteras. De
llamar la atención de todos. De congregar a una parroquia amplia delante de la
televisión. De ENAMORAR, una palabra que es bestialmente hermosa cuando se
asocia al deporte. Aquel irrepetible Barcelona de Guardiola es uno de los
mejores equipos de la historia del fútbol. Este Real Madrid de Pablo Laso
quizás sea ya el mejor en la historia del club y, títulos mediante, asaltará en
breve el olimpo de escuadras inolvidables del deporte de la cesta. Insisto.
Ambos proyectos guardan muchas similitudes, todas ellas buenas.
Porque disparando la imaginación Iniesta
podría Sergio Rodríguez: imaginación, talento, desparpajo, solidaridad, hacer
mejores a los demás. Pedro podría ser Llull: velocidad, verticalidad, cambios
de ritmo, cohetes, agitación en la tribuna. Felipe Reyes encuentra su doble en
Busquets: equilibrio, colocación, defensa y ataque, brega, etiqueta eterna de siempre
en mi equipo. Y quizás Rudy sea como Alves: indiscutibles, cancheros,
dolor de cabeza para el rival, ofensivos... y hasta con ese puntito de teatro
que desespera al rival. Darden podría ser Mascherano: hacer de todo y hacerlo
bien. Y seguramente Mirotic sea como Messi: los fuoriclasse, los
mejores, los desequilibrantes, los ambiciosos sin límites, los de mirada
asesina, los números 1.
El deporte es lo mejor del mundo porque
permite cosas como esta, que un pirao como yo con un café delante se
permita el lujo de comparar dos secciones tan diferentes de los rivales más
encarnizados del mundo… y en dos épocas distintas. ¿Un sacrilegio? Si es así,
házmelo saber, por favor.
Comparación acertada!!! Es curioso que casi se podrían comparar también las otras dos secciones, la de fútbol del Madrid y la de baloncesto del Barça. Al final va a ser verdad lo de los vasos comunicantes.
ResponderEliminarY a mí me gustaría más comparar el equipo de baloncesto de Pablo Laso con el equipo de fútbol de Vicente Del Bosque, los dos del Real Madrid. Rudy tiene mucho más que ver con Guti que con Dani Alves. El Chacho con Fernando Redondo, Slaughter con Makelele, Llull con Michel Salgado y/o Roberto Carlos, Darden con Seedorf, Felipe tiene muchas cosas en común con Raúl y Hierro. Mirotic es único, no parece a nadie de aquel Madrid ni del Barça de Guardiola.
ResponderEliminarAlgo así...
¿Cuándo cierran Onda Madrid? Están tardando. Dígale al señor Poblador que el señor Pérez también sabe lo que es el finiquito, que no lo olvide. Como engatusó a toda la gente de los deportes. El se colocó inmediatamente. Siempre en auxilio del vencedor, ya fuera el señor Cerezo, la señora Rivero, o el señor Pérez.
ResponderEliminarEn la estacada se quedaron unos cuantos. A usted le deseo lo mejor, junto a Nacho Serrano y Rodrigo de Pablo. Los no mencionados que se den por aludidos. Por el cierre de los medios públicos sean del PP, PSOE, PPSOE...
Creo que el señor Pérez está ya preparado para la poda invernal. Mientras tanto vaya leyendo y entendiendo lo que le mando. Pase buen día.
ResponderEliminarhttp://radiochips.blogspot.com.es/2014/01/que-la-cierren.html