Hace 2 ó 3 años, en algún avión rumbo a alguna ciudad europea para contar por la radio algún partido del Real Madrid en la Euroliga, me levanté para ir al servicio (sí, esos baños diminutos de los aviones en los que mantener el equilibrio, no dar con la cabeza en el techo y apuntar bien es una quimera) y vi a un tipo de 2.17 “descojonándose” de risa viendo su iPad. Alcé la cabeza para mirar de reojo qué hecho podía producir tal nivel de desternille en el tranquilo tipo croata y comprobé que se trataba de una de esas pelis chulas repletas de violencia, mamporros, leches y tiros por doquier que de vez en cuando nos gusta ver a todos los tíos. Un miembro del equipo (lo mantendremos en el anonimato) me miró con un gesto que delató que los dos estábamos pensando exactamente lo mismo. “Qué jugador sería Ante Tomic si pusiera esa energía sobre el parqué…”
A Ante Tomic se le cae el talento de los bolsillos. Lo está demostrando esta temporada con la camiseta del Barcelona, para el que está siendo un “center” capital y decisivo. ¿El mejor jugador del Barça en lo que va de campaña? Seguramente, sí. Y no sólo hablo de la valoración (Boza Maljkovic nos enseñó a todos que las estadísticas son como la ropa interior, que esconden lo verdaderamente bueno), sino también de peso, de trascendencia en y para su equipo. Joan Creus acertó con su fichaje y Tomic, más allá del morbo que suscita cualquier trasvase Madrid-Barcelona, también. Acertó de pleno. Es importante, se siente importante y ha celebrado el primer título importante del curso baloncestístico 2012/13.
Tomic no triunfo en el Real Madrid, o al menos no como los madridistas esperaban a tenor de sus condiciones para jugar al baloncesto. Ni el hincha merengue que se sienta más “traicionado” por el pívot croata puede negar la inmensa calidad que atesora el jugador, un gigante de 217 centímetros que baila en la pintura como Fred Astaire. Casi indefendible en el uno para uno, como demostró en la reciente Copa del Rey cuando los jugadores del Madrid no se esforzaron en las ayudas. El aficionado que acudía al Palacio le reprochaba su aparente apatía, su blandura, su carácter apagado, su fobia a machacar la cesta del rival. A Ante la vida le dotó con un talento descomunal, maravilloso, intransferible, envidiable. Pero también nació con un punto de lo que en España llamamos “pachorra”. Me consta que en el Real Madrid trabajaron mucho con él (y con su mente) para sacarle esa mala leche balcánica que muchos balcánicos, sobre todo la última generación de croatas, ya no demuestran en una cancha de basket. Tuve el privilegio de hacerle a Ante Tomic su primera entrevista en castellano. Me costó mucho convencerle porque su inseguridad y timidez las trasladaba al idioma, pero al final accedió siempre y cuando el Jefe de Prensa estuviera a su lado. Recuerdo con nitidez la respuesta que me ofreció cuando le pregunté por su mayor defecto. “Lazy” (vago), dijo sin dudas con la mirada que tienen los niños cuando saben que deben corregir algo que no está del todo bien.
7 meses después del fichaje con mayor impacto de los últimos años podemos afirmar con rotundidad que el Real Madrid no ha mejorado su juego interior sin Ante Tomic. 7 meses después podemos escribir con la misma seguridad que el Barcelona lo ha mejorado de manera notable con la llegada del “5” croata. Muchos madridistas se siguen preguntando por qué entonces Juan Carlos Sánchez y Pablo Laso prescindieron de él. Era una relación agotada. Como cuando un amigo ve que un muchacho guapo se complementa a la perfección con una chica guapa, que hacen buena pareja, que los demás les miran por la calle porque están destinados a hacerse felices, pero sin embargo después de varios años juntos se conocen tan bien que ambos saben que la relación está abocada al fracaso. Visto con la perspectiva que ofrecen los meses y los partidos, la no renovación fue lo mejor para el Madrid, por supuesto para el Barcelona (que disfruta del incomparable factor Ante) y, sobre todo, para el formidable jugador croata. Y para ti, fanático del Supermanager que apostaste por él, también. ¡Cómo suma el tío!
Pues a lo mejor la comparación con una relación (afectiva) es mejor que la mía, que era con el proveedor de servicios de internet (si me voy a cambiar a otro, lo busco ANTES de dejar al que tengo -cosa que, con una chica, no se hace...-).
ResponderEliminarEso sí: empiezo a pensar que no era cosa de Tomic (eso, más o menos, lo pensé siempre), ni lo es tanto de Begic o de Hettsheimeier. Y soy MUY de Laso. Laso forever. Pero...
Te paso lo que escrbí el 20 de Octubre sobre Tomic.
ResponderEliminarhttp://lopezina.hazblog.com/Inaki-Lopez-b1/ANTE-TOMIC-b1-p8.htm
Solo añadir lo que pones en tu articulo. Talento tiene de sobra, yo lo veia con la seleccion Croata en el Mundial 2010 y me frotaba las manos para la temporada.
Muchos dicen que en el juego del Madrid no encajaba.Ahi tienes a Mirza Begic que desentona en un equipo preparado para correr y apenas disfrutar de juego estatico.
Pero un dato importante: Es muy bueno.Tiene muchisimo talento, pero Ayon o Freeland ya estan en la NBA y Nikola Mirotic le ha adelantado quitandole las pegatinas.Sigo pensando que está muy verde.
Nos vemos "fenómeno".
Yo creo que hicimos bien no renovandole, pero antes de hacerlo teniamos que haber asegurado la llegada de un referente interior, desde luego Tomic y lo creo sinceramente, es un espectacular jugador pero su falta de intensidad era imperdonable, y ahora lo hace en nuestro eterno rival, eso solo demuestra el pesimo profesional que es, gran articulo como siempre Blas un saludo crack
ResponderEliminarTe paso este enlace, Blas:
ResponderEliminarhttp://www.tirandoafallar.com/2013/03/cuidado-con-la-pintura-del-madrid/