Se ha escrito y se ha dicho mucho sobre la ampliación de contrato de
Sergio Llull (Sergi en el vestuario) con el Real Madrid. Los seres humanos
tendemos a la exageración, a los extremos. Cuando un sector del periodismo
aparece en escena, esto se multiplica por 2. Y cuando el club implicado, aunque
sea indirectamente, es el Madrid, el signo X en la calculadora apunta a 4 o 5
veces más. Por eso la primera pregunta en la rueda de prensa de Llull fue sobre
Ramos (choca). Por eso algunos líderes de opinión aprovechan la elección del
menorquín para atizar sin piedad a Iker Casillas y Sergio Ramos (esto ya ni
choca). Lo dicho, es como pararse en un cruce de caminos y saber que al final
todos conducen a la misma meta: la hipérbole.
Hay una cosa que siempre me ha soliviantado: el constante recurso al fútbol
para hablar de baloncesto. Por eso, y siempre con respeto, etiqueta obligatoria
cuando uno piensa que puede estar errado, me parece muy simple recurrir a Llull
para hablar de Casillas y Ramos, o viceversa. Prefiero a un periodista
obsesionado hasta el dolor con el rigor que a un periodista yéndose a dormir
cada día junto al ego y la demagogia en un trío indisoluble.
Lanzo aquí una pregunta: ¿Hubiera
sido Sergio Llull menos madridista si hubiera aceptado la oferta de los Houston
Rockets? Entiendo que los hinchas, que necesitan anteponer la pasión a
cualquier razonamiento profundo (si no esto sería un coñazo) recurran con
regularidad a los -ismos. Pero creo que el análisis periodístico no necesita
ningún -ismo, ni el madridismo (en este caso concreto) ni ningún otro. ¿Llull
es madridista? Mucho, como toda su familia. Hasta el punto de que antes de
fichar por el Madrid mataba muchas tardes en Manresa viendo Real Madrid TV. ¿Llull
soñaba con jugar en el Real Madrid? Por supuesto. ¿Llull quiere seguir
alimentando su sueño? Seguro. Lo dijo él en la sala de prensa del Bernabéu y es
la pura verdad. Incluida esa frase que, supongo, excita a cualquier merengón: "Los niños sueñan ahora con jugar en la NBA. Yo cuando era niño soñaba con jugar el Real Madrid". El 23 lo siente tal cual, con comas incluidas. Ni más ni menos. Pero
honestamente no me parece un componente decisivo para valorar su decisión.
Aparquemos los -ismos. Basta con una palabra para definir la etapa de
Sergio Llull en el Real Madrid (8 años y 6 más de contrato): COMPROMISO. Los
-ismos muchas veces se quedan en palabras vacías y abrazos superficiales a los
símbolos. Detrás de la palabra compromiso se esconde mucho, muchísimo más. Y os
puedo asegurar que este muchacho, que es muy especial, demuestra su compromiso
a diario con su equipo. En la pista y fuera de ella. Para celebrar y cortar la red... y
para pedirle al jefe de prensa que en las derrotas el quiere dar la barba. Para
berrear desde el escenario del Palacio tras una cesta imposible... y para hacer un
regalo a todos los auxiliares del equipo en el peor momento de la temporada,
ese en el que no se atisban las sonrisas y el póquer no es más que un juego de
naipes. "Si el entrenador confía en mí, siempre me jugaré la última".
Llull dijo esto cuando no las metía, pongamos ahora en contexto esa frase.
Llamadle compromiso. O llamadle un par de cojones y terminamos antes.
Sergio Llull ha aparcado la NBA. Prefiero no publicar aquí las cifras de
la oferta de los Rockets porque hay algún cabo que no tengo atado, pero mi
información es que las cantidades eran algo más bajas de las publicadas. El
Madrid ha hecho un esfuerzo económico importante para retener al ídolo del
madridismo, pero el menorquín pierde dinero. Y más teniendo en cuenta que el club no le hubiera obligado a pagar los 5 kilos de la cláusula, sino
pactar algo menos y así quedarse con sus derechos en Europa, como ocurrió hace
un año con Mirotic. Y ojo, se podía haber ido a una franquicia ganadora, con
muchas aspiraciones, y además para gozar de un rol importante en el equipo. Con
todo esto quiero decir que la elección de Sergio ha sido muy difícil. Y
valiente, que la valentía sin dudas ni miedos es una pamplina.
Lo que yo creo. Que Llull ya es una leyenda del Real Madrid de baloncesto. Que su
madurez actual, como deportista y como tipo, asusta. Que dará el salto a la NBA
más pronto que tarde (¿el verano que viene?), entre otras cosas porque las
franquicias USA van a tener más dinero para seducir a jugadores europeos en
2016. Que merece el reconocimiento de sus aficionados, de sus compañeros, de su
entrenador, de su sección, de su club y de los rivales. Que es un tío ganador como la madre que lo
parió. Que un tipo como Sergio siempre estaría en mi equipo, fuera de baloncesto, de cricket o de bailes de salsa. Y que el compromiso, en el deporte y en la vida, vale más que cualquier -ismo.
Lo cierto es que desde el primer momento que renovó con el Madrid supe que no sería para siempre...de hecho, es bien sabido que cuando el año que viene aumenten el límite salarial y le puedan dar más, seguramente se vaya. Y no, eso no le hace menos madridista, pero quizá si más "pesetero" como todos los demás. La frase que dijo que de pequeño soñaba con jugar en el Real Madrid...es preciosa, pero si se va a la NBA no será cierta. Para mí, y obviamente no soy profesional, no habría nada más grande que jugar en el club de mis amores, no entiendo la maldita obsesión que tienen con jugar en la NBA para ver cómo se juegan las mismas bolas los mismos tipos, donde todo no es más que un espectáculo pudiendo estar en el equipo de tu vida y ser un héroe.
ResponderEliminarAún así, a Sergio no se le puede reprochar nada, eso está claro. Simplemente duele perder a un ídolo simplemente para probar esa fantochada de "sueño americano" teniendolo aquí todo
Aun no se ha ido. Y no creo q lo haga. No lo critiqueis antes de tiempo.
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ResponderEliminarLo que me sorprende de verdad es lo qué poca gente es capaz de entender que ha sido una elección de corazón.
ResponderEliminarLa decisión de Llull me recuerda el capítulo del libro "Los tres mosqueteros" donde el Cardenal ofreció a D`Artagnan, servir en su guardia y éste rechazó la oferta. Y Athos dijo a su amigo:
"-Has hecho lo que debías hacer, D'Artagnan pero quizá has hecho mal."
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Hacerlo "tan mal" saben sólo los más grandes.
Un saludo desde Moscú.
Carlos, vente aquí a mediados de octubre como hace 3 años :-)
(he corregido los errores, siempre los descubres sólo tras haberlo publicado el mansaje )