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lunes, 24 de noviembre de 2014

EL ÚNICO ACTOR INDISCUTIBLE


(publicado en la revista digital "EL FÚTBOL ES INJUSTO" el 24 de noviembre de 2014)

     
     El detestable fútbol moderno nos ha impuesto en el cada vez más impuro escenario balompédico a actores que a fuerza de repetirlo ya parecen insustituibles. Los estadios deben lucir en su nombre el sello de una multinacional, los jeques parecen más importantes que los zurdos, la televisión ha sustituido al hincha que siempre ve los partidos de pie, los horarios se fijan para la comodidad del aficionado que se recuesta en su sofá a 10.000 kilómetros del estadio, las entradas son más caras que el concierto fin de gira de los Rolling, el catering de algunos estadios es 100 veces mejor que el lateral derecho del equipo local, las cabinas de los locutores radiofónicos tienen calefacción (¡oh, Dios mío!), para entrevistar a un jugador mediano el periodista ha de superar el filtro de su jefe de prensa, del jefe de prensa del club, del jefe de prensa de la comunidad de vecinos, del presidente de la entidad y hasta de la suegra, la del futbolista y también la del presidente. En definitiva, la intoxicación a la que nos somete el maldito fútbol moderno nos ha inyectado en el cerebro la obligación de creer firmemente que el teatro futbolero necesita a muchos actores. Mentira.
     El hincha es sagrado. El futbolista es sagrado. El entrenador quizá sea hasta necesario. Y el médico, claro. El delegado de campo me parece una figura conmovedora. El utilero es mi ídolo. Pero sólo hay un actor irremplazable que si un día se pira ya nada volverá a ser igual. Puede costar 130 euros o hacerse con trapos. Puede llevar el escudo de tu equipo o la marca ya borrada de alguna empresa que un día quiso abrazarse a esa publicidad. Puede ser blando, duro, muy duro, duro como la madre que lo parió… o un Mikasa. Puede ser pequeño, grande o mediano. Puede estar hinchado o abandonado. Puede ser blanco, negro, rojo, morado, verde, azul, rosa, amarillo fosforito, qué se yo. Puede ser Nivea (qué míticos). Puede llamarse Telstar, Tango, Azteca, Etrusco, Jabulani o Brazuca. Puede ser de la marca que viste a Cristiano Ronaldo o de la marca que no viste a nadie.




     Este actor indiscutible es, además, el más democrático de todos cuantos forman parte, directa o indirectamente, del planeta fútbol. Su ideología es tan abierta que admite cualquier grado de intensidad. Desde el extremo patadón hasta el extremo cariño. Cobija a defensas expeditivos y a “trequartistas” fantasiosos. Acoge a los “patapalo” y también a los ilusionistas tocados con una varita mágica. Permite que lo envíen a 100 metros de un punterazo o que lo domen con una pinchada que lo deje muerto sobre la alfombra. Es tan buena gente que hasta permite que experimenten con él, que le inserten chips inteligentes o minicomputadoras manejadas por un tipo que posiblemente jamás se haya vestido de corto. Sí, definitivamente nuestro protagonista es demócrata, tolerante, paciente, bondadoso, comprensivo, cariñoso… ejemplar.

     El único actor indispensable del universo balompié es… EL BALÓN.



3 comentarios:

  1. "El detestable fútbol moderno..." ¿por qué es detestable? a mí me parece que el fútbol moderno es mejor que el antiguo. Para encumbrar al balón no es necesario tergiversar la realidad, no deja de ser una opinión al aire de la contundente frase (que como latiguillo entre la fauna periodística deportiva empieza a oler) con la que empiezas el artículo.
    No sé los demás equipos pero el mío, el Real Madrid, tiene vocación universal y sus seguidores son muchisimos más d elos que pueden acudir al estadio. Como seguidor suyo, bendita televisión. Así q, eso, es una mejora, no un atraso. Más, por fin puedo ver los partidos cómodamente en los estadios (algunos) y no de pie y de forma tan incómoda como antaño. Otra mejora. Claro, que a lo mejor lo que te duele, como periodista deportivo, y tal vez, como reminiscencia coorporativista, el que estéis tan lejos de conseguir unas palabras de los futbolistas en esta era digital, es mejor para los seguidores, en este caso ,madridistas, para que nos dejéis en paz de las incontables y contínuas sombras de duda y sospecha, que se lanzan simplemente para rellenar y fastidiar. Pues si a esos que me fastidian y dicen esas cosas tan tremendas de mi club, mejor que no les den acceso. ¿No te parece? ¿Por qué voy a seguir alimentando a aquellos que que me ponen a parir por pura inquina y cizaña? Ays, si es que los grandes medios y sus popes junto a sus encendidas e interesados dardos, os siguen poniendo en entredicho a la toda la profesión, como muy bien sabes. Y pagáis justos por pecadores... aunque cierto tufillo a lo mismo sí que os queda como lo de "el detestable fútbol moderno" cuando lo real es "el detestable periodismo deportivo español de los grandes medios". ahí te dejo el título para que les pongas en evidencia , porque estos siguen campando a sus anchas después de haber soltado por su boquita públicamente, que no se os oldive esto, que al hacerlo públicamente es más grave que el comentario d eun hincha en un bar. Y estos han traído esa forma soez, pueril y sobre todo de indigencia intelectual a las ondas , esto, porque para ellos el fin justifica los medios. Eso sigue pasando en nuestro país y ahí siguen , adoctrinando e intentando imponer su criterio y gusto; su opinión por información. Lo más grave para el ciudadano, la manipulación de los medios d ecomunicación y como contribuyen a su estulticia... por ejemplo, repitiendo mantras como "el detestable fútbol moderno". ;)

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    1. El actual periodismo deportivo (aunque odio generalizar) es también una parte del fútbol moderno, yo de corporativista tengo poco. Es más, yo sólo hablo por mí. Gracias por la lectura y por el comentario, de verdad!

      Un saludo!

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    2. Para mucha gente seguir a un club "universal" implica llenarse la boca de lo mucho que te gusta el fútbol pero pasar olímpicamente de su club local, y eso me parece un poco aburrido, incluso para los hinchas de esos clubes universales. Pero eso ya es cuestión de gustos.

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