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sábado, 12 de julio de 2014

SÍ, NO, TAL VEZ



     Pablo Laso. Él es el auténtico protagonista del culebrón del verano en el mundo del baloncesto. Han transcurrido 16 días desde el final de la Final de la Liga ACB y ni en uno solo de esos días se ha dejado de hablar del futuro del entrenador vitoriano. La posición real (o legal, para ser más exactos) del técnico es exactamente la misma que hace 20 días, 2 meses u 8 meses, que fue justo cuando Laso amplió su vinculación con el Real Madrid hasta el verano de 2016. Nada ha cambiado. Él es el entrenador del Madrid. Es un hecho irrefutable.

     Pero lo legal  no puede ocultar lo real, es decir, lo que está pasando alrededor de la figura de Pablo Laso. Mi profesión me ha permitido estar muy cerca de las aventuras y desventuras de la sección de baloncesto del Real Madrid durante los últimos 14 años. Imaginaos las historias de todo calado que han acontecido durante ese tiempo. Pues bien, me cuesta mucho encontrar entre mis recuerdos algo parecido a este culebrón. Sabéis que intento ser muy autocrítico con el periodismo y, sobre todo, conmigo mismo. La profesión yerra cuando intenta adelantar una noticia por todos los medios y Twitter (tan útil en ocasiones como diabólico en otras) alimenta esa falta de rigor a la hora de tratar esa noticia. El hincha del Madrid y el aficionado al basket en general ha podido leer durante los últimos días incluso que Pablo Laso ya había sido destituido. Sólo con teclear "Pablo Laso" en el buscador de las redes sociales encontramos auténticas barbaridades que se escriben sin una mínima dosis de rigor. Así es imposible que nos ganemos la credibilidad como gremio. Por eso lo más bonito que alguna vez me han podido decir como periodista es que tengo credibilidad, eso es algo muy hermoso. Lo dice alguien (yo) que me equivoco 1000 veces al año.

     Bueno, volvamos al lío. Yo estaba convencido de que Pablo Laso estaba fuera del Real Madrid. Pero seguro. Hasta el punto de que me hubiera apostado con cualquiera una docena de cenas. Todos los indicios, todas las conversaciones, todas las llamadas, todos los movimientos, todas las fuentes que he consultado me llevaban a esa convicción. No sólo lo pensaba yo, sino muchos empleados de la sección, varios jugadores y unos cuantos periodistas muy bien informados. Qué coño, el primero que pensaba que estaba en la calle era el propio Pablo Laso, que no es tonto. Él sabe que el respaldo que ha recibido nunca ha sido incondicional, ni siquiera en los mejores momentos, durante los cuales renovó más por inercia y por apoyo popular que por convicción profunda de los dirigentes. Como he escrito en varias ocasiones, sólo Alberto Herreros ha confiado siempre, y sin ninguna fisura, en el entrenador vasco.
 
 
 
 
     Pablo Laso está ahora muy cuestionado dentro de la propia sección y también en los despachos del club. Se le achaca no haber sabido dirigir bien las finales y haber perdido las riendas del vestuario en el tramo final de la temporada. Si la decisión de prescindir de él no llegó a estar tomada (soy honesto y tengo que decir que lo desconozco), desde luego ha estado muy cerca. Rozando el palo, besando el larguero, haciendo 10 corbatas en el aro antes de escupir el balón. Muy, muy cerca. Pero mucho. Se ha prescindido de sus ayudantes, sobre todo de uno, Hugo. López, que al fin y al cabo siempre ha sido la mano derecha del entrenador en su todavía corta carrera en los banquillos. Se ha sondeado a otro técnico, Fotis Katsikaris, al que la normativa vigente no le permitiría firmar con un club hasta la finalización de la Copa del Mundo, en la que el griego va a dirigir a la Selección de su país. Y para mí lo más importante: a diferencia de los tres últimos veranos, el club no está contando con Laso para la planificación del próximo curso. No existe un contacto regular. Es cierto que el único fichaje cerrado es Nocioni, actor al que en su momento el técnico dio el visto bueno, de hecho está encantado con esa adquisición. Pero Pablo ha dejado de tener peso en ese departamento. Valga como ejemplo que ha insistido muchas veces en que Darden es imprescindible en su proyecto y el americano no va a ser renovado. Incluso desde los despachos del Bernabéu se desliza que Slaughter podría ser cortado semanas después de firmar su renovación a petición del actual entrenador. De locos.

     No sé qué va a pasar con Pablo Laso. Si Florentino Pérez ha frenado el despido no lo ha hecho por convicción, ya que mi información es que el presidente tenía sentenciado al entrenador. ¿Motivos económicos? No me cuadra porque eso nunca ha sido impedimento en el Real Madrid a la hora de tomar decisiones importantes, y esta desde luego lo es. ¿Las encuestas? Honestamente creo que tienen su peso, como el hecho de dejar desierto el banquillo todo el verano ante la incredulidad de los aficionados y frente a la excelente gestión estival que está haciendo el Barcelona.

     El caso es que el "Pablo está fuera" ha mudado al "Ya no tengo ni idea de lo que va a pasar con el entrenador". Y eso, queridos lectores, lo dicen personas muy cercanas al culebrón. Yo ya no me apostaría la docena de cenas que hubiera firmado sin dudarlo hace una semana. Lo que tengo claro es que si Pablo Laso arranca su cuarto proyecto al frente del Real Madrid, el curso puede ser un infierno para él. Su figura se ha horadado mucho antes incluso de agarrar la bola en la primera sesión de pretemporada. Los jugadores saben que no está respaldado. El club va a elegir a sus ayudantes. Los ingredientes de planificación deportiva no van a ir de la mano del cocinero. Y encima, visto lo visto, para Laso sería ganar la Copa de Europa o fracasar estrepitosamente a ojos del club. Dejemos al margen el hecho incuestionable de que Pablo ha ganado más títulos, ha estado en más finales, ha llevado a más gente al pabellón y ha atraído a nuevos patrocinadores. La decisión deportiva del Real Madrid siempre será debatible, discutible, opinable. Pero la forma de encauzar este asunto está siendo una gran pifia y así me lo trasmiten a diario decenas de fieles aficionados al baloncesto madridista.
 
 
 

     Esto es como la relación entre unos novios a los que les ha ido muy bien. El “tal vez” es siempre lo peor porque acaba terminando como el rosario de la aurora. Si el Madrid lo tuviera claro, si apostará de facto por el “sí”, hace tiempo que hubiera ratificado públicamente al entrenador (sé que lo hizo esta semana Herreros, pero me refiero a una acción que finalizara de cuajo con cualquier especulación). Si fuera un "no", Laso habría sido ya despedido. De momento la novia se decanta por el "tal vez", una presión enorme para el novio y una insatisfacción irrefrenable para los invitados a la futura boda, es decir, para los aficionados que se quieren enganchar a un proyecto consistente y ganador. Pablo Laso y el Real Madrid. El culebrón de verano más largo e intenso de los últimos años.
 
 
 
 

5 comentarios:

  1. Es una vergüenza el trato al entrenador, a la seccion y a los hinchas. Lo q no se como tenemos patrocinador.

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  2. si cojemos el puente aereo hace un mes pascual estaba fuera, tras el ridiculo espantoso de la f4 con el madrid, una liga regular mediocre en donde ha perdido hasta con el santa maria de palautordera y haber fracasado en la supercopa y en la copa, ambos trofeos enlas vitrinas del madrid.

    y todo ello con un barcelona cuyo presupesto es muy pero que muy superior al del madrid.

    asi que hace un mes pascual estaba fuera y un mes después superando semifinales acb en el ultimo segundo y ganando la final al peor madrid de los ultimos 3 años parece un phil jackson de la peninsula iberica.

    asi es el deporte en los equipos top, donde la ecuanimidad brilla por su ausencia, y no es de extrañar que renueven a pascual un par de años o tres más, tras haber estado despedido hace un mes.

    nada es lo que parece!

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  3. El esperpento es grande, pero el papelon de Laso tragando carros y carretas, renovando dejando colgados a sus ayudantes y demas lindezas no es para que se haga la victima tampoco

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  4. Sólo discrepo en algo contigo Carlos, si Laso sigue es por la encuesta de Marca. Sería una lástima que quien nos ha devuelto la ilusión no continuara.

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  5. ¿Sabe si van a cerrar Telemadrid? He escuchado algo pero no estoy seguro.

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