No sé si he atinado con el titular de este post. Lo leo y me suena al título de una de esas películas picantonas con poco
argumento y mucho sollozo. No, no van por ahí los tiros. El asunto central de este artículo es el sorteo de los cuartos de final
de la Copa de Europa de fútbol. Aparecen en
escena los bombos con más morbo de los últimos años, quizás incluso de la
historia de esta competición. El sorteo será puro, sin patochadas, sin pamplinas,
sin criterios que eviten de antemano grandes enfrentamientos. Porque un
sorteo dirigido ni es sorteo ni ná. Se vienen unos bombos puros, se viene un sorteo de verdad.
El cartel es prácticamente inmejorable. Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Bayern Munich, Borussia Dortmund, Chelsea, Manchester United y Paris Saint Germain. Casi nada al aparato. Los mejores. Quizás sólo falte la Juventus para completar un panel inigualable. Muchos títulos, mucha historia, mucho nivel, mucha tradición. Y mucho, muchísimo, toneladas de morbo para estos bombos que lucen la hermosa estrella de la Liga de Campeones. Casi cualquier posibilidad cruza a dos equipos, o dos entrenadores que nos aderezan la ensalada de condimento. Veamos.
Real
Madrid - Barcelona. La releche. Máxima rivalidad. Una bomba. 4 Clásicos en
tres semanas, todos finales a cara de perro en tres competiciones diferentes.
Se para el mundo. Los mejores actores del planeta. La mayor expectación del universo balompié.
Real
Madrid - Atlético de Madrid. El gran derbi. Eliminatoria de tú a tú. Serie inédita en Europa. La capital de España en ebullición. 11 sobre 10 en la escala del morbo. Bestial.
Atlético de Madrid - Barcelona. Una maravilla. Cuarto envite de la temporada, los tres
anteriores finalizaron en tablas. Dos estilos contrapuestos. Clasicazo.
Bayern
- Barcelona. Pep en el banquillo visitante del Camp Nou. El baño bávaro del pasado curso en la retina de los culés. Beckenbauer echando fuego por la boca
a colación de la posesión. Messi, Ribery, Robben, Iniesta. Thiago
Alcántara tocándola en su ex-estadio. Madre mía, qué duelo.
Borussia
Dortmund - Bayern. La gran rivalidad teutona. La reedición de la última final. Los amarillos se llevaron la Supercopa en verano, los
de Guardiola se han paseado en la Bundesliga. 2 de las mejores hinchadas del
planeta. La barba descuidada de Kloop contra la personalidad arrebatadora de
Pep. El no va más.
Chelsea
- Real Madrid. Vosotros mismos. Mourinho en el Bernabéu. Y Torres. Y Eto'o. Y Casillas en el
arco. La eliminatoria con más ruido de la década. Ancelotti contra su ex-equipo. 1000
ingredientes, paladas y paladas de morbo. Sería una eliminatoria tremebunda.
PSG
- Real Madrid. Carleto cara a cara con sus ex. Ibrahimovic en el
Bernabéu. Duelo
espectacular entre el sueco y Cristiano por el pichichi de la Champions.
Pues eso.
Borussia
Dortmund - Real Madrid. El recuerdo
de las semis del curso pasado, con la (casi) remontada merengue en
apenas 10 minutos. Lástima que
Levandowski se perdería la ida por sanción, lo cual minimizaría el espectáculo. El inigualable muro del estadio amarillo, el
insaciable apetito de la escuadra blanca. Copa de Europa en estado puro.
Barcelona - Chelsea. Mou en el Camp Nou. Teatro, traducción, previa inigualable, árbitros en el punto de mira, sed de
venganza de afrentas pasadas. El balón contra el vértigo, duelo de
pizarras en medio del escenario más morboso de la historia. Los mouriñistas con
los ojos inyectados en sangre. Bestial, ¿no?
Atlético de Madrid -
Borussia Dortmund. El recuerdo de aquellos dos
partidos a mediados de los 90. Dos entrenadores de moda. Dos tapados. Dos
hinchadas antológicas. Una serie
como la copa de un pino.
Manchester United - Chelsea. Mourinho contra el equipo que
siempre deseó dirigir. Juan Mata
mordiéndose las uñas en la grada porque ya disputó la Copa de Europa con el rival. Duelo
con mucha solera en Inglaterra. Torres intentado batir a su colega De
Gea. Una maravilla de serie.
Y así podríamos seguir un buen rato buscando emparejamientos salpicados de morbo, como los que tú tienes ahora mismo en tu cabeza y que yo no he puesto aquí para no convertir este post en algo (más) infumable. Se presenta un sorteo apasionante, llegan los bombos más morbosos de la historia. Todo puede pasar, incluso la combinación más picantona. Estas sí que serán 8 bolas calientes. Queman. Echan humo. Cómo nos vamos a divertir.
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